Las instalaciones del Instituto Municipal de Deportes (IMD) serán entornos deportivos seguros para la infancia gracias a la implementación del nuevo protocolo de actuación frente a la violencia hacia la infancia y la adolescencia en el ámbito deportivo, diseñado junto a Fundación EDEX.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha presentado hoy los detalles de este marco de protección pionero, que se extenderá tanto a las instalaciones del Complejo Ruth Beitia como a la red de pabellones y campos repartidos por todo el municipio.

En rueda de prensa, la regidora ha estado acompañada por Gonzalo Silió, de Fundación EDEX; y las concejalas de Deportes e Infancia, Beatriz Pellón y Zulema Gancedo respectivamente.

“Seremos combativos a la hora de implementar las medidas de protección que exige la Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, LOPIVI, para que los menores santanderinos practiquen deporte en un ambiente sano y libre de violencia”, ha subrayado Igual, que ha recordado que la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño cita en su artículo 31 que la práctica del deporte ha de desarrollarse en un entorno seguro en el que gozar, al tiempo, del derecho a la salud y el bienestar.

Igual ha afirmado que Santander da un paso más como Ciudad Amiga de la Infancia y en la implementación del III Plan de Infancia, y ha avanzado que próximamente todas las áreas del Ayuntamiento con responsabilidades en la asistencia, cuidado, enseñanza o protección de personas menores de edad publicarán los protocolos de actuación que ya están aplicando para proteger a la infancia.

Como ha explicado, el nuevo marco de protección del IMD cuenta con un protocolo de actuación frente a la violencia, así como 4 guías de buenas prácticas y códigos de conducta para niños y niñas, adolescentes, familias y público, clubes y equipos técnicos, disponibles en todas las instalaciones y descargables también a través de los códigos QR que los usuarios encontrarán en los distintivos y señales ‘Entorno seguro. Infancia & Deporte’.

El protocolo incluye formación específica que ya han recibido los trabajadores y que se repetirá cada año; señales de protección en las instalaciones, canales de notificación de situaciones de violencia o indicios (679 312 033 o imd@santander.es), un sello de buenas prácticas en protección para clubes y entidades usuarias, una persona delegada de protección, material didáctico para fomentar el buen trato y la participación, y un comité de protección.

Además, el IMD promoverá recomendaciones de protección y buen trato en el deporte en entradas, gradas, banquillos y vestuarios.

Este protocolo asegura la protección y seguridad de la confidencialidad, protección y seguridad de las personas que hayan puesto en conocimiento de las autoridades situaciones de violencia sobre niños, niñas y adolescentes y que sean objeto de dichas notificaciones como se estipula en el Artículo 20 de la LOPIVI.

“Queremos que los niños santanderinos sigan siendo protagonistas de nuestra ciudad y nuestro objetivo es seguir mejorando su calidad de vida. Por ello, no nos detenemos y continuamos poniendo en marcha iniciativas para que tengan una infancia feliz, saludable y plena”, ha concluido Igual, que ha recordado otros proyectos de protección a la infancia como el programa de tutoría entre iguales (TEI) que se desarrolla en 23 centros educativos y 47 etapas formativas, gracias a la colaboración de Fundación La Caixa y Colegio de Psicólogos de Cantabria.

Por su parte, Silió ha asegurado que Santander cumple y amplía todas las disposiciones de la LOPIVI, con un marco de protección pionero a nivel nacional, que garantizará entornos deportivos protectores, inclusivos y de bienestar.

El estudio ‘Child Abuse in Sport - European Statistics’ alerta de que el 78% de las personas experimentaron algún tipo de violencia interpersonal dentro del deporte cuando eran niños y niñas.

En el deporte, la violencia contra la infancia y la adolescencia es un problema grave y generalizado. La prevalencia de la violencia interpersonal contra la infancia se incrementa al aumentar la exigencia y el nivel de la competición.